Komiža funciona con horarios de ferry, bus local y vientos de tarde. Aquí voy al grano: cómo llegar sin perder tiempo, dónde aparcar, en qué meses rinde más, cuánto gastar de verdad y qué comer sin pagar de más.
Por referencias de locales de Dalmacia y después de contrastar horarios y precios actuales, Komiža se entiende fácil: el ferry manda, el bus local completa el tramo, y el maestral ordena la tarde. Si encajas esos tres, el día fluye. Comparto lo que realmente sirve en esta playa de la costa occidental de Vis, sin adornos.
Acceso Komiža sin coche
Llega a Vis desde Split con Jadrolinija: ferry con vehículo (~2 h 20 min) o catamarán para peatones (~1 h 20 min). En temporada alta, compra con antelación sí o sí: los catamaranes se llenan. Precios orientativos 2024 según tablón de Jadrolinija: pasajero en ferry 9–10 €, coche 45–55 €, catamarán 11–13 €. Desde el puerto de Vis, toma la D117 hacia Komiža (10 km, 15–20 min). El bus local Vis–Komiža opera más seguido en verano, cada 30–60 min, y la última salida suele irse temprano por la noche; billete alrededor de 3–4 €. Alternativas: taxi (30–40 € por trayecto), traslado privado, o alquiler de scooter (25–35 € día) y bicicleta eléctrica (30–45 € día). En costas del Adriático he comprobado que el ferry te marca el reloj: si pierdes el de tarde, reorganizas el día entero. Según un patrón local, “si apuntas al catamarán de las 18:30, llega a la cola con margen”. Olor a sal y algo de gasoil en el muelle, y todo fluye.
Dónde aparcar en Komiža
- Parking principal a la entrada del pueblo, bien señalizado. Pago con parquímetro o app; tarifas típicas 1,5–2,5 €/h y abono diario cuando hay disponibilidad. Se llena hacia las 10:00 en julio–agosto.
- Zonas azules en calles cercanas al centro con límite de tiempo (control real, no lo dejes al azar). Multas no son baratas.
- Consejo: llega antes de las 9:30 o después de las 16:30 para encontrar sitio sin dar vueltas. ¿Vas en pleno julio? Plantéate aparcar lejos y caminar bordeando la bahía a la sombra de pinos.
Consejos prácticos de ruta
- Viento: con maestral de tarde, nada por la mañana y muévete en horas medias. La brisa refresca, pero complica el regreso en scooter.
- Biševo/Cueva Azul: sal en el primer bote desde Komiža para evitar colas y marejol. Pregunta el día anterior; si hay bura, suelen retrasar.
- Accesibilidad: playas de cantos rodados; Gusarica tiene rampas y duchas. Calzado acuático recomendado.
- Logística Vis–Komiža: la estación de buses está junto a la oficina de Jadrolinija en Vis. Compra el billete con efectivo o tarjeta; guarda el QR del ferry offline.
- Respeto local: no bloquees callejones para “cargar y descargar”, y baja el volumen al pasar por el casco viejo; es un pueblo de pescadores, no un parque temático.
Si llevas equipo de playa, una mochila plegable libera manos para subir al bus. Y cuando el sol cae detrás de Biševo, la bahía se queda tranquila como espejo… pero eso es tema de atardeceres.
Mejor época Playa de Komiža
En costas de Dalmacia he comprobado que el calendario manda más que el mapa. Mayo–junio y septiembre son el punto dulce: agua ya agradable, menos gente y precios que no se disparan. Julio–agosto traen la isla a pleno rendimiento: bares y botes operan al 100%, pero también llegan el calor intenso y la ocupación alta. Octubre todavía rinde si buscas calma y paseos largos entre pinos y salitre, con un toque de melancolía que le sienta bien a Komiža.
Un pescador me explicó que “cuando el maestral duerme, la bahía es un espejo”. Y es real: las mañanas huelen a café y pan tibio de la panadería, el agua está lisa y fresca, y sólo se escuchan gaviotas y maderas crujir en el muelle. Por la tarde el viento anima la escena y agradeces una sombra y una cerveza bien fría.
Temperatura del agua en Komiža por meses
- Mayo: 18–20 °C
- Junio: 21–23 °C
- Julio–agosto: 24–26 °C
- Septiembre: 22–24 °C
Con 18–20 °C en mayo, un neopreno corto fino puede alargar tus baños si eres friolento. En pleno verano la sensación es templada, ideal para pasar largas horas a remojo.
Vientos y calma en el Adriático occidental
El maestral sopla por las tardes en verano y refresca la sensación térmica; las mañanas suelen ser más planas para nadar o remar tranquilo. ¿Quieres agua plana para largos sin interrupciones? Madruga. ¿Buscas ambiente y brisa que alivie el sol? Apunta a la franja de 16:00 a 19:00, cuando el viento entra y el calor cede.
Días de bura (norte) son menos frecuentes en temporada y suelen traer cielo claro y visibilidad nítida; el aire se siente más seco y el mar chisporrotea en superficie. Si aparece jugo (sur/sureste), llega humedad, algo de mar de fondo y a veces medusas dispersas; ese día conviene elegir calas resguardadas orientadas al norte o con muelle que corte el viento.
En julio–agosto el sol aprieta de verdad y los cantos se calientan, así que la estrategia que funciona es baño temprano, pausa larga a la sombra del centro, y regreso a la bahía para atardeceres con tonos miel. En junio el ocaso se estira y en septiembre se adelanta, detalle clave si quieres cuadrarlo con tus horarios para volver sin prisas.
En octubre, con menos servicios abiertos entre semana y brisas variables, el ritmo baja un cambio. El agua aún permite baños cortos, la luz es suave y las caminatas por el paseo marítimo huelen a parrilladas de pescado en las konobas. Si mal no recuerdo, algunos locales cierran temprano, pero la tranquilidad compensa.
Servicios en Playa de Komiža
- Gusarica: playa urbana, cómoda para familias y gente mayor. Hay duchas, algunas rampas y un tramo de losas de hormigón que permite entrar al agua sin pelear con los cantos. Los bares del paseo cubren cafés, helados y baños para clientes.
- Kamenice: cantos oscuros de origen volcánico, textura redondeada y fondo que cae rápido. Tiene bar de playa con música suave al atardecer; la sombra natural es limitada, así que una sombrilla marca la diferencia. Ojo: los cantos absorben calor y queman pies a mediodía.
- Sombrillas y tumbonas: en temporada alta aparecen puntos puntuales de alquiler. He visto en playas similares precios de 10–15 € por tumbona y 10–15 € por sombrilla; combos suelen rondar 25–30 € según ubicación.
Una tarde, mientras el sol caía detrás de Biševo, un pescador de Komiža me explicó que el maestral “ordena” la bahía: refresca, mueve un poco la superficie y deja el aire limpio. Lo noté en el ambiente: olor a sal y a parrilla de pescado, gaviotas inquietas y ese murmullo de vasos en el paseo.
Acceso a la playa sin coche
Desde el centro del pueblo llegas caminando a la mayoría de playas en 5–15 minutos. Gusarica queda muy a mano; Kamenice está algo más allá, pero el sendero costero es claro y agradable, con bancos para parar si hace falta. Para calas más alejadas, los botes‑taxi salen del muelle según demanda y mar en calma. Por referencias de locales, los trayectos cortos se mueven entre 5–12 € por persona y los últimos servicios suelen cortar antes del anochecer; pregunta en el muelle y cuadra la vuelta con tu reloj de ferry si piensas apurar la luz.
Si llevas equipo (niños, neverita, paddle), la logística mejora saliendo temprano. Un día descubrí que, con el pueblo aún oliendo a pan recién horneado, el paseo está vacío y se camina sin prisas.
Seguridad y comodidad
- Socorristas: no siempre hay. Vigila a los niños y las corrientes leves cuando sopla el viento de la tarde. Si el mar se riza, entra y sale por las losas de Gusarica.
- Calzado acuático: útil por los cantos y erizos dispersos. También para no quemarte en Kamenice.
- Agua y sombra: puntos escasos. Lleva termo y protección solar; si no, busca la sombra rota de los tamarindos a primera hora.
- Basura: no hay papeleras en cada tramo. Mi recomendación: bolsa propia y te la llevas de vuelta, así de directo.
¿Truco simple? Una colchoneta fina bajo la toalla cambia el día en cantos. Y si planeas ver el atardecer desde Kamenice, llega con tiempo: cuando la música del bar sube y el cielo se pone naranja, el espacio bueno vuela, pero eso es tema de otra sesión antes de hablar de dónde comer sin pagar de más.
Dónde comer cerca de Playa de Komiža
Para comer sin pagar de más, mi recomendación es ir a konobas familiares y preguntar por los platos del día. Suelen trabajar con lo que trajo el pescador esa mañana y ahí está la mejor relación calidad–precio. Cuando te ofrezcan pescado a la brasa, recuerda: el precio es por kilo. Pide siempre el precio por 100 g y el peso aproximado de la pieza antes de aceptar. Si buscas algo especial, reserva una mesa con vista al atardecer; las primeras filas del paseo se llenan rápido, sobre todo cuando sopla maestral y la gente quiere resguardarse en rincones más protegidos.
Recuerdo una tarde cuando el viento levantó olor a sal y redes secándose; la señora de la pekara me ofreció una viška pogača aún tibia y me dijo: “si vas al muelle, cómetela mirando el sol, aquí se disfruta así”. Funcionó. También un pescador me explicó que el bogavante es fiesta, pero “pregunta el precio por 100 g y el peso del bicho” para no llevarte sorpresas. En terrazas con fama, el servicio puede ir a ritmo de isla: paciencia, pide la cuenta con tiempo si tienes el ferry o el bus marcado en el reloj.
Trucos que funcionan: llega temprano a cenar (18:30–19:00) y te quedas con el atardecer sin colas. En días de mucha gente en Kamenice por la música del bar, muévete al casco para comer más tranquilo. Busca cartas con vino Vugava por copas; es de la isla y suele estar bien de precio. En Dalmacia he comprobado que el pan y el “servis” a veces aparecen en la cuenta (1–3 € por persona): pregunta si lo cobran antes de abrir la cestita. Para ahorrar, la panadería temprano es tu aliada: burek salado para el desayuno y fruta del pequeño mercado para aguantar hasta el mediodía. Y si te apetece cocina lenta tipo peka (pulpo o cordero bajo campana), muchas casas lo hacen solo con pedido previo, ideal para grupos y noches sin prisa.
Qué probar en Dalmacia
- Viska pogača, versión local de empanada de anchoa y cebolla.
- Pescado a la brasa y calamares frescos.
- Vino blanco Vugava de Vis.
Precios reales en Komiža
- Plato del día: 10–16 €.
- Pescado por kilo: 60–90 € según especie y mercado.
- Helado o café en el paseo: 2–3 €.
- Panadería temprano para ahorrar en desayunos y snacks.
Dónde alojarse en Komiža
En costas del Adriático he comprobado que elegir bien la base te cambia el viaje. En Komiža el maestral de la tarde refresca, pero también levanta ruido de persianas y hace más agradable dormir con ventanas abiertas. Una vez, la dueña de un apartmani me dijo con una sonrisa: “si escuchas las gaviotas y hueles a pino, elegiste bien la calle”. Tenía razón; a primera hora, el olor a sal y pan recién horneado baja desde el casco hasta la bahía.
- Apartamentos y studios en el casco: prácticos si quieres todo a pie. Te despiertas, cruzas al paseo y en dos minutos estás en la piedra caliente de la playa. Ojo en julio–agosto: puede haber ruido nocturno en calles cerca del puerto y campanario. Pregunta por ventilación y orientación, el maestral ayuda pero se agradecen buenas ventanas.
- Pequeños hoteles boutique: pocas plazas y trato cercano. Ambiente tranquilo, detalles cuidados, desayuno con fruta local y ese café que saca del letargo. En temporada alta se agotan rápido; reserva temprano y revisa políticas de cancelación, los ferris mandan el reloj.
- Camping Kamenice para ambiente sencillo a pasos del mar. Pinos, cigarras y sombra real. Caminarás unos 10–15 minutos al centro, pero ganas calma y atardeceres abiertos al oeste. Lleva sandalias para roca y algo para el viento si pernoctas cerca de la orilla.
La primera vez que ajusté check-in con el ferry, aprendí a coordinarlo con el bus. Un pescador en el muelle me explicó, mientras arreglaba las redes, que llegar temprano evita prisas y que los sábados todo se mueve más lento.
Presupuesto real para Playa de Komiža
Antes de mirar fotos, mira números. Hay tasa turística (1–2 € por adulto/noche, si mal no recuerdo), y algunos alojamientos cobran limpieza final.
- Alojamiento: 60–120 € noche en mayo–junio/septiembre; 140–250 € en julio–agosto.
- Ferry Split–Vis: adulto 8–12 €; coche 50–70 € aprox.
- Bus Vis–Komiža: 3–4 € por trayecto.
- Tumbona y sombrilla: 10–15 € día.
- Tour Cueva Azul y calas: 30–60 € según ruta y horario.
Si vas con coche, calcula combustible y tiempos: el embarque en Split se llena y perder el turno duele. Viajar sin vehículo funciona: el bus es constante y para moverte a calas, una scooter por día resuelve.
Consejos para ahorrar sin perder calidad
- Reserva el ferry del coche con antelación o viaja sin vehículo y usa bus/scooter.
- Come menú del día al mediodía y cena ligero en el apartamento.
- Viaja en junio o septiembre para mejor balance precio–clima.
Pequeño truco que me compartió la señora del puerto: “si el viento sopla fuerte, todos se quedan en la sombra; ese es tu momento para negociar la tumbona”. Funciona, sin abusar. Y si llegas con el último ferry, avisa tu hora al alojamiento; te esperan, pero prefieren saberlo.
Actividades en Komiža y alrededores
El ritmo aquí lo marca el maestral. Cuando sopla después del mediodía, el mar se riza y los planes cambian. Por eso, lo mejor de Komiža se disfruta temprano, con olor a sal y pan recién horneado saliendo de las konobas del puerto.
- Salida temprana a la Cueva Azul (Modra špilja): desde el muelle de Komiža salen lanchas a Biševo. Si subes en la primera franja (8:00–9:00), evitas la cola en Mezoporat y entras a la cueva con luz perfecta. Un patrón local me dijo: “Si llegas después de las 10:30, prepárate para esperar”. Cuando el maestral aprieta, cancelan o se alarga el cruce, así que adelántalo.
- Snorkel en Porat, Biševo: cuando el mar está plano, el agua parece vidrio y hay posidonia sana. Lleva escarpines por los erizos, no toques las rocas vivas y recoge lo que lleves. En costas del Adriático he comprobado que la mañana calma es tu mejor aliada para ver bancos de pequeños sargos cerca de las paredes.
- Mirador de Hum y la cueva histórica: Hum es el punto más alto de Vis (587 m). Subes en scooter o taxi desde Komiža y caminas 10–15 minutos hasta el mirador. A poca distancia está la Titova špilja, cueva ligada a la historia reciente; sendero breve, algo de roca suelta y conviene una linterna. El viento arriba suena distinto, más limpio.
Un pescador me explicó que la isla respira mejor antes del almuerzo. “Haz lo de mar primero, camina después”, me dijo, y me encajó perfecto.
Qué ver en Isla de Vis desde Komiža
- Túneles y rutas históricas: los tours organizados te meten en galerías militares y puertos ocultos excavados en la roca. Interesante, a ratos sobrecogedor. Grupos chicos funcionan mejor.
- Bodegas en Vis pueblo: Vugava blanca para el calor y Plavac con carácter. Algunas catas se reservan por WhatsApp; pregunta por embutidos locales y anchoas, combinación ganadora.
- Atardecer en Kamenice: playa de piedra volcánica, horizonte limpio al oeste y música suave del bar. Si mal no recuerdo, los colores rebotan en los acantilados y el último baño del día se siente distinto.
Itinerario sugerido sin prisas
Mañana de baño ligero y café en el paseo (las gaviotas ya están en rutina), embarque a Biševo antes de las 9:00, regreso con tiempo para un plato del día en una konoba del puerto. Cuando empieza a soplar el maestral, siesta corta o sombra bajo pinos; funciona porque baja el pulso y el calor no perdona. Tarde con caminata tranquila por el muelle, algún gelato, y subida rápida a Hum si tienes ruedas. Cierra mirando el sol hundirse en Kamenice. Consejo práctico: lleva efectivo para pequeños gastos en barcos y chiringuitos, agua reutilizable y una capa ligera para el viento. Menos carga, más isla, punto.
Si ajustas llegada con el ferry, reservas bus o traslado, y respetas el maestral de la tarde, Komiža se disfruta sin fricciones. Mantén el presupuesto a raya con apartamentos, come donde comen los locales y evita las horas punta. Con esa base, el resto cae por su propio peso: agua clara, atardeceres potentes y cero carreras, sin más vueltas.

