Anse Boudin recompensa a quien llega temprano y se mueve como local. Aquí explico accesos, bus público, mareas, snorkel con cabeza y dónde comer cerca, con números reales y recomendaciones probadas, sin florituras.
Por referencias de locales de Praslin y cruzando datos con reportes recientes, Anse Boudin se disfruta mejor con calma y sin prisa. Es una bahía protegida, con agua clara temprano y servicios justos en el entorno. En mi experiencia, cuando combinas buen horario de marea con transporte local, la visita fluye, ahorras y evitas las pequeñas molestias que arruinan la jornada.
Movilidad sencilla si no complicas el plan. La carretera costera es estrecha, encadenando varias bahías y miradores improvisados, con ese olor a sal y vegetación húmeda que se pega a la piel. Desde el embarcadero de Baie Sainte Anne son unos 15–20 minutos en coche o bus, menos si vienes desde Anse Volbert. Aparcamiento hay poco en apartaderos junto a la orilla, así que el horario manda: llegar temprano evita vueltas innecesarias y calor pegajoso.
Acceso Anse Boudin sin coche
- Bus público SPTC con frecuencia diurna; pide a bordo la parada de Anse Boudin. En costas del Índico he comprobado que los conductores agradecen que señales la bajada con tiempo, y aquí funciona igual: toca el timbre una parada antes.
- Bicicleta es viable, pero hay cuestas cortas y calor constante; lleva agua y luces para el regreso. La ruta orilla el mar, con tramos sin hombro y sombra intermitente.
- Caminar desde Cote d’Or es factible si vas ligero. El sol pega fuerte a mediodía y la humedad se siente; planifica pausas en sombra y algo de fruta o pan dulce de alguna tienda local.
Por referencias de locales de Praslin, el bus es la forma más económica y fiable, con el extra de escuchar a bordo ese creole musical y recomendaciones espontáneas: un pescador me explicó que, si dudas, digas “Anse Boudin” y te orientan sin vueltas.
Dónde aparcar en Anse Boudin
- Aparcamiento en la orilla de la carretera, espacios contados entre árboles y rocas de granito.
- Llega antes de las 9:00 para evitar dar vueltas. He visto que la rotación mejora a la hora de almuerzo, pero el sol castiga.
- No bloquees accesos privados ni pasos a viviendas. Aquí la convivencia es clave; los vecinos cuidan su tramo de costa y se agradece el respeto.
Si no hay sitio, respira, escucha las olas y continúa unos metros: a veces aparece un hueco frente a alguna casa de huéspedes. Evita las hierbas altas mojadas tras la lluvia; el suelo puede ceder y dejarte atascado.
Bus local en Praslin paradas para Anse Boudin
- Paradas señalizadas a lo largo de la costa; la bahía se anuncia claramente.
- Tarifa económica; lleva efectivo pequeño para no complicar el cambio.
- Últimos servicios terminan temprano; confirma en tu alojamiento el horario del día.
Un conductor de SPTC me comentó que algunas paradas son bajo árboles frangipani: buena sombra y ese perfume dulce mezclado con brisa salada. Si mal no recuerdo, el flujo baja los domingos.
Ruta a pie Anse Boudin a Anse Lazio
- Sendero costero de 25–30 minutos, terreno mixto y calor húmedo.
- Calzado cómodo, agua y protección solar.
- Buena alternativa cuando el aparcamiento en Anse Lazio está saturado.
El camino combina arena compacta, roca suave y algún tramo entre palmeras; las olas golpean suave y se cuela el canto de aves. Un local me dijo que, tras lluvia, algunas piedras resbalan: pisa con calma. Al terminar, si el hambre aprieta, los take-away creole de Baie Sainte Anne sirven curry de pulpo o pescado a la parrilla a buen precio. Simple y sabroso, como debe ser en ruta.
En costas de Seychelles, he comprobado que el reloj manda más que el calendario. A primerísima hora Anse Boudin suele ofrecer agua como plancha, brisa mínima y ese olor a sal limpia que llega desde Curieuse. La orientación de la bahía la protege bastante cuando sopla el alisio del sureste, así que el oleaje rara vez molesta. Algún día verás seagrass en la orilla: no es basura, es parte del ciclo del arrecife y, de hecho, ayuda a que el fondo esté vivo. Un pescador me explicó que “si el viento se queda dormido al amanecer, la bahía respira hondo y se calma”, y suele acertar.
Mejor época Anse Boudin según alisios
Antes de entrar en detalles, una idea práctica: la luz suave de las 6:15–8:30 y la brisa aún fría son tus aliadas. Luego el calor aprieta, sube algo de rizado por el viento y aparecen más barcas de excursión hacia St. Pierre y Curieuse, lo que agita la superficie.
- Mayo a septiembre con alisio del sureste: más brisa, menos bochorno; temprano es ideal. El viento ordena el mar y lo mantiene limpio, pero a mediodía puede levantar chop.
- Noviembre a marzo con vientos del noroeste: mar más calmado pero humedad alta. Suele haber mejor espejo de agua, aunque la visibilidad puede variar tras chubascos.
- Transiciones de abril y octubre: condiciones variables, a menudo muy buenas. Días de cristal, pocos barcos y temperaturas más llevaderas.
Por referencias de locales, cuando el alisio se afirma (junio–agosto), la esquina más protegida hacia las rocas del este queda especialmente tranquila al amanecer. Cuando entra componente norte (diciembre–enero), toda la línea de playa se nota más serena, casi sin rizado, pero el bochorno se siente; se agradece la sombra de los takamakas. Honestamente, en horas centrales el combo calor + viento + tráfico de botes le resta encanto al agua. Si tu plan es flotar, observar peces o simplemente relajarte, madruga y luego descansa bajo los árboles.
Mareas en Anse Boudin y horas tranquilas
La marea aquí no es extrema, pero se nota. Condiciona la franja de arena, la exposición de rocas y la claridad junto a los bordes de la bahía. Los reportes de Praslin confirman que, con calendario de luna llena, el rango se amplía y el cambio de corriente se percibe un poco más, sobre todo cerca de los extremos.
- Busca marea media a baja al amanecer para mejor visibilidad en snorkel: menos suspensión y más color en el arrecife somero.
- Consulta tablas de marea de Seychelles el día anterior. En la tienda de Baie Sainte Anne suelen tener horarios impresos, si mal no recuerdo.
- Si el viento sube a mediodía, reubícate hacia zonas resguardadas por rocas. Allí el agua mantiene calma un rato más y te cubres del rizado.
Un día descubrí que, con la marea muy alta y algo de viento, flotan más hojas y seagrass; no molesta, pero afecta la foto perfecta. En cambio, con marea bajando temprano, el mar se vuelve transparente, se escuchan solo los pájaros y el roce leve del agua en el granito. Así de simple: ajusta tu hora, y Anse Boudin te devuelve calma. Luego, si quieres meterte a mirar vida marina, hay zonas que funcionan mejor, pero eso es tema del siguiente tramo.
Nadar y hacer snorkel con cabeza aquí es cuestión de leer el agua y moverse con respeto. Agua poco profunda, rocas de granito y vida marina cerca de los extremos de la bahía. Sin socorristas. En playas similares he visto que quien respeta el arrecife y se mantiene cerca de la costa disfruta el doble y evita sustos. En Anse Boudin se siente el silencio de primera hora, solo gaviotas y el golpe suave del agua en las rocas. Esa calma invita, pero no quita que uno tenga que ir atento.
Snorkel en Anse Boudin zonas recomendadas
- Extremos de la bahía junto a las rocas para ver peces de arrecife.
- Usa bloqueador solar de arrecife y no pises coral ni erizos.
- Visibilidad mejor temprano y con marea tranquila.
Por referencias de locales de Baie Sainte Anne, los dos bordes —el que mira a Curieuse y el que queda hacia Anse Takamaka (Praslin)— suelen concentrar más parrotfish, mariposa y algún pulpo mimético si vas despacio. Mi recomendación: entra por la zona media, donde el fondo es más arenoso, y desplázate nadando paralelo a la orilla hasta los bloques de granito; así evitas pisar zonas sensibles. Si llevas calzado de roca, úsalo solo para caminar hasta la entrada, no para apoyar sobre coral. Un tubo simple y una camiseta UV rinden más que cualquier equipo caro en estas aguas claras.
Resulta curioso cómo cambia el color en los bordes cuando el sol aún está bajo: se marcan los parches de seagrass y los canales de arena. En mis años explorando costas del Índico he comprobado que ese contraste ayuda a encontrar bancos de peces sin invadir su espacio. Mantén siempre distancia: si aparece una tortuga carey, acompaña su ruta a un lado y deja que marque el ritmo. Y si escuchas motores, levanta la cabeza; hay embarcaciones que pasan a buscar gente para Curieuse y conviene llevar una boya de señalización si planeas salir más allá de los 50-70 metros.
Ojo con los “clásicos” del granito: erizos entre las grietas y, muy ocasionalmente, pez piedra cerca de zonas mixtas de arena y roca. No apoyes manos ni rodillas, flota. Tampoco alimentes peces; altera su comportamiento y te puedes llevar un mordisco curioso de los sargentos mayores.
“Si ves el agua con ese brillo de espejo, entra sin prisa y sal igual de tranquilo”, me dijo un pescador de la zona, “aquí el que corre, patalea y espanta todo”.
Anse Boudin con familia qué considerar
- Entrada al agua suave, ideal para niños con supervisión constante.
- Sin socorristas ni alquiler de sombra; lleva sombrilla ligera.
- Atento a embarcaciones; usa boya si te alejas.
Para peques, funciona armar una “zona base” en la parte más arenosa y hacer sesiones cortas de 10-15 minutos, con descanso a la sombra. El sol pega más de lo que parece por el reflejo del agua; agua fría, gorra y reaplicar bloqueador de arrecife cada dos horas. Si aparece algas en la orilla algún día, no pasa nada: moviéndose unos metros hacia los bordes el agua suele estar más limpia. Y un detalle útil: al haber poca gente por la parada de bus poco usada, el ambiente es tranquilo; eso ayuda a vigilar sin distracciones.
Después de un baño largo, suelo resolver con comida simple y fresca cerca, sin alejarme demasiado. Pero eso es tema de otra sesión.
En esta bahía tranquila, comer bien sin gastar de más es pura estrategia: takeaways creole a mano, fruta fresca de puestos improvisados y, si quieres más variedad, un salto corto a Cote d’Or (Anse Volbert). En mis años explorando islas del Índico he comprobado que con efectivo y un poco de logística, se come rico, rápido y sin dramas. Recuerdo una mañana en que el olor a parrilla llegó antes que el sol: humo suave de carbón, especias, ese punto de limón sobre el pescado que te arregla el día.
Dónde comer cerca de Anse Boudin
Por referencias de locales de Praslin, los mejores bocados salen de ventanillas sencillas, sin mantel ni protocolo. Pide pescado a la parrilla, kari zourit (curry de pulpo) o un arroz con chutney de papaya. Ojo con los horarios: algunos abren solo al mediodía y, si se acaba el pescado, cierran sin aviso. Punto.
Las tiendas pequeñas a lo largo de la carretera salvan el antojo: agua bien fría, galletas saladas, frutas y una SeyBrew si te apetece. Suelen cobrar en efectivo, y a veces no aceptan billetes grandes. Un día, la señora del takeaway me dijo: “si quieres curry de verdad, llega antes de las 12”, y tenía razón.
Si buscas carta más amplia, mesas a la sombra y cafés, a 10 minutos en bus estás en Anse Volbert. Más caro que un takeaway, pero con opciones para quien necesite vegetariano, postres o un café decente.
- Takeaways locales con pescado a la parrilla y curry.
- Tiendas pequeñas para agua fría y snacks.
- Más variedad de restaurantes a 10 minutos en Anse Volbert.
Qué ver alrededor sin alejarse mucho
Entre bocado y bocado, hay pequeños puntos panorámicos junto a la carretera. El mar cambia de turquesa a azul profundo según la luz, y las rocas de granito dan marcos perfectos para fotos rápidas. Si mal no recuerdo, hacia los extremos de la bahía aparece un sendero costero corto que lleva a calas contiguas; suelo caminar con chanclas cerradas porque el granito calienta y hay raíces traicioneras.
La hora dorada aquí entra de lado, con luz lateral que suaviza todo. Es el momento de las sombras largas, del clic fácil. Un pescador me explicó que al atardecer la brisa baja y se oyen mejor las aves en los takamakas. No hace falta ir lejos para sentir la isla.
- Puntos panorámicos junto a la carretera para fotos rápidas.
- Paseo corto por la costa hacia calas contiguas.
- Atardeceres con luz lateral suave para fotografía.
Picnic responsable qué llevar y qué evitar
Mi recomendación: viaja ligero pero con cabeza. Lo práctico funciona y evita gastos tontos.
- Bolsa reutilizable para no dejar basura y cargar residuos hasta la siguiente papelera.
- Fruta, agua y algo salado para el calor; el sudor pide electrolitos y el sol no perdona.
- Evita vidrio; el suelo tiene zonas rocosas y nadie quiere cortes. Mejor acero o plástico reutilizable.
Si te sientas bajo los árboles, revisa antes por hormigas y raíces. Y no olvides servilletas de tela y un pequeño “stow bag” para recoger todo. Comer local, moverse en bus y cuidar la bahía es la manera. Ya verás que el presupuesto agradece estos hábitos, y la isla también, pero eso es tema de la próxima sección.
El presupuesto se mantiene a raya si te mueves en bus y comes local. En esta bahía el tiempo corre lento, y eso ayuda. Una mañana, con la bahía en silencio y olor a sal y hojas de curry que venía desde la carretera, el primer bus dejó a dos trabajadores y a nadie más. Así de tranquilo. Lleva efectivo: en Praslin no hay cajeros en cada esquina y los pequeños comercios agradecen billetes pequeños. Los taxis resuelven, pero la cuenta sube más rápido de lo que imaginas.
Presupuesto real para Anse Boudin
- Bus público barato; taxis caros en trayectos cortos.
- Comer en takeaways reduce costos sin perder sabor.
- Sin alquiler de equipos en la arena; trae tu snorkel.
Si te organizas, un día sencillo ronda poco: el bus suele costar poco por tramo, y un plato en un takeaway cercano entra en un presupuesto contenido. El taxi, en cambio, puede cobrar como mínimo una tarifa base alta incluso para tres kilómetros, y si el conductor te espera, suma extra por minuto. Mi recomendación: confirma el precio antes de subir y acuerda si habrá espera. No hay alquiler de snorkel en la arena, así que trae máscara, tubo y aletas; comprarlas en la isla es más caro y a veces no hay tallas. Un truco: una botella grande de agua desde la tienda cuesta mucho menos que varias pequeñas; comparte y rellena.
“El primer bus pasa temprano, pero a veces se salta la parada si no hay nadie”, me comentó un conductor. “Hazle seña con tiempo”.
Itinerario medio día bien aprovechado
- Llegar 8:00, baño y snorkel con marea tranquila.
- Media mañana para fotos y descanso a la sombra.
- Almuerzo creole cercano y regreso antes del calor fuerte.
La primera hora de luz es oro: el viento todavía no levanta rizado y la visibilidad mejora. En playas similares he visto que el agua se mantiene más clara antes de que entre la brisa del noreste, y aquí se siente igual. Busca sombra bajo los árboles del borde, la arena puede arder a partir de las 10:30. Evita estirar de más la jornada si el sol pega duro; el bus del mediodía suele venir con margen, pero cálculalo con paciencia: la frecuencia puede variar y las paradas no siempre están señalizadas como en ciudad. Si te hace ilusión quedarte más, mete un pareo ancho y una botella extra de agua. Funciona.
Reglas locales y respeto ambiental
- No drones sin permiso de la autoridad aeronáutica.
- No alimentar fauna ni extraer conchas o coral.
- Protector solar apto para arrecife y cero colillas.
Por referencias de locales de Praslin, la autoridad que regula drones es estricta: pide permiso antes o deja el dron en el alojamiento. Alimentar peces desbalancea la vida del arrecife y atrae lo que no quieres cerca. Si mal no recuerdo, hay erizos en sectores rocosos; camina con cuidado y usa sandalias acuáticas si tu tolerancia al fondo mixto es baja. Protector solar reef-safe siempre, mejor en formato barra o crema densa para no re-aplicar cada 30 minutos. Y lo obvio que aún toca repetir: ni colillas ni vidrio; el suelo tiene rocas y raíces, un descuido corta. Con estas pautas, disfrutas sin dejar rastro. Punto.
Si buscas una playa sencilla, con agua tranquila y ambiente local, Anse Boudin cumple. Llega temprano, coordina con la marea, usa el bus cuando convenga y cuida el arrecife. Sin shows ni excesos, sólo una bahía honesta para nadar, hacer snorkel tranquilo y parar a comer algo creole cercano. Así de directo.

